Cáncer de cérvix o de cuello uterino
Es más frecuente en la gente joven, y se relaciona con el virus del papiloma
humano.
Este tipo de cáncer puede ser detectado mediante la citología, de forma precoz, o
incluso antes de que se produzca.
Mediante esta sencilla prueba se puede prevenir la aparición y desarrollo de un
carcinoma de cuello uterino, que en caso de diagnosticarse en estadios avanzados
tiene una alta mortalidad. Por eso damos tanta importancia a la realización de
citologías periódicas, ya que en su inicio y durante varios años este tipo de
cáncer no da ningún síntoma.
Por medio de la citología se pueden evidenciar signos sospechosos de la
infección por este virus. Posteriormente puede confirmarse mediante otras
pruebas específicas para saber el tipo de virus presente y su grado de
agresividad o malignidad.
Cáncer de ovario
Es más frecuente en mujeres mayores.
El principal medio para su diagnóstico es la realización de una ecografía.
Posteriormente se pueden realizan otras pruebas diagnósticas como los marcadores
tumorales o RMN.
Al igual que en el cáncer de cuello uterino, dada su alta mortalidad, es muy
importante la detección precoz de este tumor ya que, a semejanza del de cérvix,
no suele dar ningún tipo de síntomas hasta encontrarse en estadios muy
avanzados.
Cáncer de endometrio
Es más frecuente en mujeres mayores.
El principal medio de diagnóstico es una historia de sangrados irregulares en
edad fértil o una vez instaurada la menopausia; ello debe ser motivo de consultar al ginecólogo, que en primer lugar realizará
una exploración y una ecografía.
Su diagnóstico precisa de, al menos, una ecografía y una biopsia o legrado.
Cáncer de mama
La edad de máximo riesgo es de 45 a 65 años, y es el cáncer más frecuente en la mujer.
La evolución tras el tratamiento depende de lo precoz del diagnóstico,
aconsejándose la autoexploración y la realización de mamografías periódicas.
Los factores de riesgo del cáncer de mama son principalmente los antecedentes
familiares de cáncer de mama, no haber tenido hijos, haber tenido durante muchos años la
regla o el haber recibido tratamiento hormonal sustitutivo en la menopausia
durante más de 5 años.
Por el contrario, el hecho de tener varios partos y lactancias prolongadas
disminuye la incidencia.
En familias con varios antecedentes de cáncer de mama se puede hacer un estudio
genético para identificar si se tiene el gen responsable, aunque al ser éste un
procedimiento caro, no suele realizarse, dando más importancia a las revisiones
periódicas y la mamografía.
Cualquier nódulo mamario, zona indurada, secreción por el pezón o invaginación
de éste, debe ser puesto en conocimiento del especialista, ya que
el cáncer de mama no suele doler.